En este viaje de senderismo muy sencillo por el Valle de Benasque, disfrutaremos de la frescura de las exuberantes cascadas que bañan este precioso valle pirenaico. Rutas protagonizadas por el curso de aguas que provocan preciosos saltos, en medio de bosques y praderas de ensueño que conforman el Valle glaciar más imponente del Pirineo.
Las últimas nieves provocan un contraste único con las primeras flores de la temporada. Las cumbres aún están pletóricas y nos rendimos a ellas bajo el sonido del tambor.
Ideal para personas enamoradas del agua, de sus formas y de los grandes paisajes. Para los que quieran un viaje tranquilo en el que se puedan fundir con el entorno, sin prisas.
Algo tiene el agua que cuando cae con tanta fuerza, nos llena de alegría y nos hace querer acariciarla.
Hoy comienza nuestra escapada, en uno de los bosques a mayor altitud del Valle de Benasque.
Como no podía ser de otra manera, haremos un recorrido por una senda de una riqueza botánica perfecta para hacer uno de nuestros famosos Baños de Bosque.
Las aguas del deshielo que forman las Cascadas del Alba, nos dejarán sin palabras, por su fuerza y emplazamiento, ya que se encuentran cobijadas por un variado bosque compuesto por hayas, tejos, serbales y abetos, como los grandes protagonistas de este entorno rodeado de montañas de más 3000 metros de altura.
El Valle de Estós es impresionante en cualquier época del año, pero si además le sumamos el estallido de color de los nuevos brotes en hayedos y praderas y nos asomamos a dos de las cascadas más bonitas del Pirineo como son las Gorgas Galantes, el "chorro de vida" que sientes al contemplar semejante espectáculo es indescriptible. Hay que vivirlo.
A la tarde, nos asomaremos a las Cascadas de Liri, dos pequeños saltos de agua famosas entre los barranquistas.
En pleno corazón del Parque Natural Posets Maladeta, se encuentra la cascada o forau de Aigualluts. En esta época del año es posible que aún la podamos encontrar rodeada de nieve y de hermosas flores.
Una preciosa ruta sencilla y panorámica en la que además, como co-protagonista podremos disfrutar de ver el Aneto, la cumbre más alta del todo el Pirineo y lo que apenas queda de su glaciar.
Antes de marchar, haremos una despedida a lo grande en la Cascada de Ardonés de la que os contaremos poco, ya que las sensaciones que despierta esta cascada, son auténticamente nativas y salvajes.
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